El infarto al corazón, también conocido como ataque cardíaco, es una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial.
A menudo se asocia con síntomas clásicos como un fuerte dolor en el pecho, pero en las mujeres estos signos pueden presentarse de manera diferente, lo que hace que muchas veces se pasen por alto o se confundan con otras afecciones menos graves.
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Reconocer los síntomas de un infarto en mujeres puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Por eso, es fundamental conocer cómo se manifiestan, cuáles son las señales de alerta más comunes y qué hacer ante una situación de emergencia.
¿Por qué los síntomas son diferentes en mujeres?
Los factores hormonales, el tamaño del corazón y la manera en que el cuerpo responde al estrés cardiovascular hacen que las mujeres experimenten síntomas distintos a los de los hombres. Muchas veces, estos síntomas no son intensos ni evidentes, lo que provoca que se subestimen o se atribuyan a causas como el estrés, la ansiedad o problemas digestivos.
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Este desconocimiento puede retrasar la atención médica, aumentando el riesgo de complicaciones graves o incluso la muerte.
Síntomas más comunes de infarto en mujeres
A continuación, te compartimos una lista de los síntomas más frecuentes de infarto en mujeres. Es importante tener en cuenta que no siempre se presentan todos juntos y que incluso uno solo puede ser motivo suficiente para buscar ayuda médica urgente.
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1. Dolor o presión en el pecho
Este es el síntoma más conocido, pero en las mujeres puede presentarse como una molestia leve, una presión incómoda o una sensación de opresión que aparece y desaparece. No necesariamente se trata de un dolor intenso.
2. Dolor en la parte superior del cuerpo
El dolor puede extenderse a otras zonas como la espalda, los hombros, el cuello, la mandíbula o uno o ambos brazos. En ocasiones, este dolor no se relaciona con esfuerzo físico y puede aparecer de forma repentina mientras estás en reposo.
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3. Dificultad para respirar
Sentir que falta el aire o tener dificultad para respirar es una señal importante. Puede aparecer con o sin dolor en el pecho y suele confundirse con ansiedad o fatiga.
4. Cansancio extremo o fatiga inusual
Muchas mujeres experimentan un agotamiento fuera de lo común días o semanas antes de sufrir un infarto. Sentirse exhausta después de hacer actividades que antes no causaban fatiga es una señal de alarma.
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5. Náuseas, mareos o malestar estomacal
El infarto también puede manifestarse con síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, acidez o sensación de indigestión. Estos síntomas suelen ser engañosos porque se relacionan fácilmente con problemas estomacales comunes.
6. Sudoración excesiva
Sudor frío o sudoración repentina sin razón aparente, especialmente si no estás realizando actividad física, es una señal que no se debe ignorar.
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7. Mareos o sensación de desmayo
El flujo sanguíneo deficiente al cerebro puede provocar aturdimiento, vértigo o incluso pérdida del conocimiento. Es otro de los síntomas silenciosos que podría pasar desapercibido.
Factores de riesgo en mujeres
Además de los síntomas, es importante tener en cuenta los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir un infarto. En el caso de las mujeres, algunos de los más relevantes incluyen:
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- Hipertensión arterial
- Colesterol alto
- Diabetes
- Tabaquismo
- Sedentarismo
- Estrés crónico
- Sobrepeso u obesidad
- Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas
Las mujeres que han atravesado la menopausia también tienen un mayor riesgo debido a los cambios hormonales que afectan la salud del corazón.
¿Qué hacer si sospechas un infarto?
Ante cualquier sospecha de infarto, lo más importante es actuar de inmediato. Llama a los servicios de emergencia sin dudar. No intentes conducir ni esperes a que los síntomas desaparezcan por sí solos.
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Cuanto antes se reciba atención médica, mayores serán las probabilidades de evitar daños irreversibles al corazón. Cada minuto cuenta.
Cómo prevenir un infarto
La prevención es clave cuando se trata de enfermedades cardiovasculares. Adoptar hábitos saludables puede reducir significativamente el riesgo de infarto, especialmente en mujeres mayores de 40 años o con antecedentes familiares.
Aquí algunos consejos para cuidar tu corazón:
- Mantén una alimentación equilibrada: Prioriza frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y evita los alimentos ultraprocesados.
- Haz ejercicio regularmente: Al menos 30 minutos al día, cinco veces a la semana.
- No fumes: El tabaco es uno de los principales enemigos del corazón.
- Controla el estrés: Técnicas como la meditación, el yoga o la respiración profunda pueden ayudarte a reducir el estrés diario.
- Monitorea tu salud: Realiza controles médicos periódicos para medir tu presión arterial, colesterol y niveles de azúcar en sangre.
Conclusión
El infarto en mujeres puede manifestarse de forma silenciosa y engañosa. Por eso, es vital estar informada y prestar atención a los signos del cuerpo. Identificar a tiempo los síntomas puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y una tragedia evitable.
Escucha tu cuerpo, no minimices las señales y no dudes en pedir ayuda. La salud del corazón es una prioridad, y tú mereces cuidarla con atención y responsabilidad.